lunes, 22 de diciembre de 2014

DEPORTES COLECTIVOS Y EDUCACIÓN EN VALORES


Cuando decidí emprender la tarea de elaborar mi PLE sobre deportes colectivos sabía perfectamente a lo que me enfrentaba. El deporte siempre ha defendido unos valores que algunas personas se empeñan en pisotear. Más si cabe con las últimas noticias acaecidas estos días, violencia deportiva, aficiones enfrentadas, faltas de respeto a los árbitros y a los adversarios… ¿Es esto lo que van a aprender nuestros alumnos respecto al deporte? Precisamente, habría que plantearlo justamente al contrario, debemos esforzarnos por enseñar a nuestros alumnos que esto NO es deporte… ni se le parece.
Los estudiantes en general y los alumnos de 1º ESO en particular pueden aprender a través de los deportes colectivos la importancia del juego limpio, de la colaboración, de la cooperación, del respeto.
El deporte puede ser formativo por la sencilla razón de que es un campo extraordinario para hacer llegar mensajes a los jóvenes. Mensajes integrales que no solamente le sirvan para jugar mejor al deporte en cuestión, sino que le sirvan también para ser mejores personas.

Algunos autores argumentan que la cooperación, el altruismo y el compartir son comportamientos sociales alentados a través de los deportes colectivos. Y creo que no les falta razón. Armstrong (1984), en su artículoThe lessons of sports: Class socialization in British and American Boarding schools”, analizó las escuelas de primaria de Inglaterra y de EEUU donde los deportes juegan un papel importante dentro del currículum y concluyó que el deporte favorece la adquisición de valores como el trabajo en equipo, el fairplay y el hecho de comportarse educadamente.
Ahora bien, el deporte no es ni bueno ni malo por naturaleza y como tal no educa en valores, sino que depende de la utilización que se haga del mismo por las personas. Y es que para educar en valores a través del deporte es preciso establecer unos objetivos, una metodología y unos criterios de evaluación adecuados.

El Código de Ética Deportiva del Consejo de Europa” define el juego limpio como: “Mucho más que el simple respeto de las reglas: abarca los conceptos de amistad, de respeto al adversario y de espíritu deportivo”. Es, más que un comportamiento, un modo de pensar. El concepto se extiende a la lucha contra las trampas, contra el arte de engañar sin vulnerar las reglas, contra el dopaje, la violencia física y verbal, la desigualdad de oportunidades, la excesiva comercialización y la corrupción”.

En el siguiente enlace puede verse un vídeo promocional de la UEFA, abogando por el respeto en el deporte. El intercambio de camisetas entre jugadores es un símbolo universal de respeto.

Algunos valores que podemos aprender con el deporte, según el documento elaborado por UNICEF en el año 2004 y recuperado de: www.enredate.org son:

COOPERACIÓN
Es trabajar junto con otras personas para lograr un mismo fin. En la vida a veces nos creamos “rivales imaginarios”, gente con la que podríamos cooperar pero contra la que competimos, perjudicándolos a ellos y a nosotros mismos.
En el deporte quien no coopera, pierde: ¿es posible imaginar a los jugadores de un mismo equipo de fútbol luchando entre sí por conseguir la pelota? El deporte nos enseña lo absurdo que es no cooperar.

COMUNICACIÓN
Es la habilidad de transmitir conocimientos, ideas o emociones a otras personas y de escuchar y comprender las suyas. Es el modo más fácil de que otros comprendan nuestras necesidades. En el deporte es fundamental: de otro modo no seríamos capaces de entender el plan de juego del entrenador o no podríamos comprender las estrategias de nuestros compañeros. En la vida ocurre lo mismo, pero parece que a veces preferimos que nos lean el pensamiento…

RESPETO POR LAS REGLAS
Todos los deportes tienen ciertas reglas que tenemos que respetar para que puedan practicarse (cuántos jugadores, cuánto tiempo, el tanteo de puntos, las faltas de juego…) La vida también tiene reglas, como las instrucciones de uso, las normas de seguridad, las normas de tráfico o las leyes. Alguna gente ignora estas normas de convivencia, causando daño a sí misma o a los demás. El deporte nos enseña hasta qué punto el respeto a unas normas previamente pactadas nos beneficia y nos muestra que no es cierto que las reglas nos priven de libertad, sino que nos permiten ser libres respetando la libertad de los demás.

SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Al competir con otros jugadores aprendemos a desarrollar estrategias, que dentro de los límites establecidos por las normas, nos permiten lograr nuestro objetivo. Estas estrategias agudizan nuestro ingenio y pueden ser aplicadas en diferentes situaciones.

ENTENDIMIENTO
Hay pocos deportistas “cerrados de mente”. Un deportista tiene que estar atento a las situaciones y a las personas que le rodean, y adaptarse a ellas o fracasará en sus objetivos. Por ejemplo, al escalar una montaña es necesario tener un plan inicial, pero si no escuchamos a nuestros compañeros, si no prestamos atención a los cambios del tiempo o si no respetamos nuestros propios límites, podemos ponernos en serio peligro.

CONEXIÓN CON OTROS Y CONFIANZA EN LOS DEMÁS
El deporte fortalece nuestras relaciones con otras personas y nos hace estar cerca de ellos de un modo especial. El esfuerzo común, los éxitos, los fracasos y el aprendizaje nos ayudan a comprender a la gente, y no sólo a aquellos que hacen deporte con nosotros.

LIDERAZGO Y TRABAJOS EN EQUIPO
Ser un líder no es ser un déspota. En la vida mucha gente cree que el mejor modo para organizar grupos, escuelas, empresas o gobiernos es mediante la acumulación de poder, el control de los demás, la imposición y la fuerza bruta, pero no es así. Un verdadero líder escucha a los miembros de su grupo y logra establecer soluciones que beneficien a la mayoría o que al menos no perjudiquen a nadie, como cuando se decide quiénes juegan y quiénes se quedan como suplentes. El deporte nos ayuda a aplicar estas soluciones a otros entornos.

RESPETO A LOS DEMÁS Y A UNO MISMO
En el deporte todo rival es importante y cualquier compañero de juego puede ser decisivo para ganar. Gracias al deporte aprendemos a valorar y respetar a los demás por sí mismos y a no menospreciar a quienes juegan con nosotros o contra nosotros. Además aprendemos a reconocer nuestra propia valía y cómo ganarnos el respeto de los demás.

VALOR DEL ESFUERZO Y DE LA DISCIPLINA
La tecnología avanza y hay tareas que cada vez requieren que nos esforcemos menos. Esto es positivo, pero no puede llevarnos a pensar a que todo puede conseguirse sin mover un dedo. Quien corre cien metros en unos pocos segundos o quien es capaz de hacer piruetas perfectas en una prueba de gimnasia artística no tiene poderes mágicos sino que se ha esforzado muchísimo. Tener unas buenas condiciones físicas o una habilidad especial no es suficiente para triunfar, como ser inteligente tampoco es suficiente para sacar buenas notas o ser buen científico no es suficiente para ganar un premio Nobel. En el deporte, como en la vida el esfuerzo es fundamental.

CÓMO GANAR
Restregarles a los demás su triunfo por la cara es algo que nunca hará un buen deportista. Todo el respeto y la aprobación conseguida por la victoria se perderían ante la falta de respeto por el esfuerzo ajeno.

CÓMO PERDER
A nadie le gusta perder, pero no es motivo para utilizar la violencia o los malos modos. Perder no es una humillación, sino una parte más del juego.

CÓMO ENFRENTARSE A UNA COMPETICIÓN
Una competición deportiva es un proceso que en realidad comienza mucho antes del primer encuentro. Hay que entrenar, cuidar la alimentación, las horas de sueño y prepararse mentalmente para vivir situaciones de mucho desgaste físico y mental. La competición en sí misma puede tener varias rondas, lo que exige planificar los esfuerzos para poder llegar hasta el final.

COMPARTIR
Cuando dos personas juegan al baloncesto, alguien tiene que compartir su balón, o no habría partido; para alquilar una cancha de tenis es preciso que los jugadores se pongan de acuerdo y para practicar la natación en una piscina pública es preciso compartir el espacio con más nadadores. En la vida a veces es imposible que todos los recursos estén destinados a nosotros, pero a veces no queremos darnos cuenta, como cuando ocupamos dos asientos del autobús, nos colamos en el cine o malgastamos el agua. El deporte nos enseña hasta que punto es necesario compartir para que todos podamos participar.

AUTOESTIMA Y SEGURIDAD
Aprender a nadar, mejorar nuestra velocidad corriendo o conseguir dominar un balón nos hacen sentir mejor con nosotros mismos, más seguros y con más confianza para afrontar situaciones nuevas.

JUEGO LIMPIO
¿Qué sentido tendría un partido en el que se hiciera trampas, se lesionara a los oponentes y los árbitros favorecieran a uno de los competidores? ¿Qué sentido tiene que gane una carrera alguien que se ha dopado? El deporte se basa precisamente en que el ganador supera las reglas, no las vulnera. En el deporte admiramos a aquellos que siempre practican juego limpio y en la vida tiene que ser igual, aunque ciertas circunstancias hacen que a veces se premie a personas que no juegan limpio.

Y es que debemos enseñar a nuestros alumnos la importancia de jugar limpio. En el deporte. Y en la vida.

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